Es difícil ponerse a escribir sobre la elección del técnico sin hablar de los errores cometidos hasta aquí, y sobre lo importante que fue rearmar la comisión del fútbol para la elección del cuerpo técnico, pero tenemos que empezar diciendo que voló todo por los aires.
Esta Comisión, que muchos imaginamos muerta antes que comenzará su trabajo, terminó de romperse ayer cuando el Presidente anunció la contratación de Juan Manuel Azconzábal como el nuevo técnico.
Recuerdo cuando en el baño de los palcos, Di Pierro me dijo que haberle dado todo el poder a Biggeri fue un error de él, y que se sentía estafado. También me dijo en esa charla improvisada que no se iban a cometer los mismos errores. Pero parece que duró poco.
Vamos por partes. La Comisión se juntó con 5 posibles candidatos entre los que estuvieron Luis Islas, Omar Picollí, Omar Labruna y el casi preferido de algunos integrantes, Marcelo Broggi, quien se llegó a juntar con el Presidente para mostrarle unos videos, y le propuso hacerse cargo ya para armar una pretemporada hasta el 15 de enero.
Pero llegó el dueño del fútbol de la argentina, Christian Bragarnik, y de la mano de el el Vasco Azconzábal, hombre de su cartera, para convencer a lo cercanos al Presidente, y a el mismo, y todo el trabajo de la Comisión quedó en nada, porque ellos nunca se reunieron ni con el ex jugador de Chaca ni con el otro posible candidato, el Yagui Forestello
Y todo estalló en mil pedazos. Algunos testigos de la reunión de ayer hablan de un fuerte cruce de palabras entre Di Pierro y Azzollini, quien decidió retirarse de la Comisión de Fútbol, sin antes decirle su parecer al Presidente, pero en claro tono de ruptura, lo que presagia un año electoral difícil y la posibilidad concreta que la alianza que conduce el Club termine de romperse definitivamente.
La situación económica del club se complicó aún más porque después de la renuncia del Tesorero del Club se demoraron los trámites para nombrar un responsable financiero del club y esto hizo que no se pudieran negociar las bajas en el club, teniendo que pagarle a los jugadores el mes de Diciembre completo, pese a que a la institución no entra dinero desde hace más de dos meses. De haberse solucionado antes la baja del tesorero se podría haber negociado las salidas de Chaca pagando solo dos meses y ahorrándose el último, pero este error derivó en que se dejó pasar el tiempo y se complicara la situación.
Volviendo al estallido de la Comisión de Fútbol, que fue más una ilusión de ordenamiento institucional que una realidad, el técnico volverá a hacer lo que quiera en materia de contrataciones, tal cual como se hizo en otras gestiones que el mismo Di Pierro terminó criticando y reconociendo como un error.
Mientras tanto, en lo Institucional, la crisis se traslada a las inferiores, que reclaman un poco de atención. Muy poco les da el club con un Polideportivo detonado, con canchas sin céspd, con baños sin agua, y con técnicos que cobran sueldos por debajo de los 300 mil pesos, y pese al abandono institucional los pibes lograron prenderse en casi todas las finales con equipos que priorizan e invierten en sus inferiores. ¿Que habrá pasado con el inversor que quería poner 300 mil dólares para arreglar el Polideportivo y que fue rechazado por la comisión?
Volviendo a lo futbolístico, tendremos que estar atentos para que Chacarita no se termine convirtiendo en una SAD, o en un club gerenciado en manos de Bragarnik, y que las decisiones de este grupo empresarial que desembarca en Chacarita no termine comprometiendo más el futuro de nuestro querido Funebrero, porque después somos lo hinchas y los socios quienes pagamos los errores futbolísticos de unos pocos.