Es muy complicado tratar de comparar un partido de este CHACARITA con el siguiente porque pasan cosas inverosímiles y muy difíciles de comprender.
Primero un equipo sin amor propio ante Defensores de Belgrano, superado por sus propias limitaciones. Después un plantel que se queda con uno menos durante 75 minutos pero defiende con uñas y dientes una victoria necesaria ante San Martin de Tucumán y hoy otro distinto que fue superior a un rival que ofrecía poco pero que nuevamente vuelve a quedarse sin nada por errores propios y colectivos muy puntuales.
Los cambios para este duelo eran los lógicos, la vuelta del doble cinco con Domke y Passaglia sumado al regreso de Pombo por Pisano. Sin dudas, hoy, Biggeri tiró a cancha lo mejor que tenía.
El partido comenzó bien, porque CHACARITA así lo propuso. Terreno rival, pelota corta y tratar de juntar pases cerca del área y buscar el remate al arco.
El gol llega producto de una patriada de un Melendez que con el correr de los partidos no hace más que afianzarse en el 11 titular. 1-0, en ventaja, siendo superior.
Sin embargo, esas vueltas del destino y nuevamente con el equipo volcado de manera INSOLITA en ataque un pelotazo largo de esos que en estas canchas generan mucho daño, dejó mano a mano al delantero visitante pero con la marca de Lazarte que, hasta ahora, sigo sin entender que intentó hacer.
De verdad, es que si era un pase a Losas con el arquero adelantado era imposible de resolver para el arquero. Si era un rechazo, no tiene sentido tan corto intentar por encima del arco. Inexplicable 1-1 cuando el rival no había hecho mella en la defensa.
Eso y el entretiempo le sirvieron muchísimo al DT local para acomodar piezas e intentar plantear un segundo tiempo con mucha mas posesión en campo rival. Cosa que consiguió pero nuevamente sin inquietar al arco de Losas.
Pero, maldito pero, nuevamente en OTRA PELOTA LARGA CON LA DEFENSA COMPLETAMENTE ADELANTADA un delantero queda mano a mano con el arquero y Oneto decide tocarlo para cortar el remate. Nobleza Obliga, con la velocidad el arbitro puede entender que es roja, viéndolo posterior en pantalla, ni siquiera le mueve el brazo.
Sin embargo, en aquella falta y tiro libre frontal con un dejo de responsabilidad de Fede, el local encontró el segundo tanto. A partir de allí, otro partido. Para destacar, antes del fatídico tiro libre Brandan tuvo el segundo funebrero pero en vez de rematar con la de palo, ensayó una rabona que se fue lejos del arco rival.
Decía, arrancó otro partido, el de Arsenal, el de la desesperación y la pronta resignación para nosotros. Así como sentimos después del segundo tanto de Defensores de Belgrano.
Hubo tiempo para un tercero y si el local hubiera estado fino podría haber sido peor. Un golpe de realidad.
CHACARITA tiene mucho más equipo que Arsenal, Ferro, Maipú y Quilmes. Sin embargo le pudo ganar solo a 2 de 4 por errores propios muy puntuales, errores que se repiten partido tras partidos y que no parecen tener solucion.
Alguien tendrá que hacerse cargo del armado del plantel y de la llegada de jugadores como Cocimano y Belloso que pueden tener mucha voluntad pero que no dan soluciones al equipo. Particularmente y para jugadores sin solución, preferiría darle rodaje a Chocobar o el propio Ortiz entendiendo que con 16/17 años no tendrá responsabilidad alguna de lo que pase con el equipo.
Esta tarde, en Sarandí, CHACARITA volvió a ser un equipo sin reacción.