Es extraño decirlo porque hace mucho no sucedía: Chacarita perdió bien. El conjunto de Anibal Biggeri fue superado por Talleres de Remedios de Escalada y cayó por 0-1 en condición de local.

Desde la previa, por jugar sin una referencia de área (debido a las lesiones de Rodrigo Salinas y Sebastián Cocimano) sabíamos que iba a ser un partido distinto. Un partido en el qué habría que buscar el juego asociado y filtrar pases a la espalda de la defensa rival para aprovechar a los 4 mediapuntas que había en cancha. Bueno, nada de lo mencionado anteriormente sucedió.

Durante todo el primer tiempo a Chacarita le faltaron ideas, fútbol. No hubo un buen partido de los hombres de ataque, que no lograron generar conexiones en campo rival. Sumado a eso, no hubo rebeldía: nadie rompía gambeteando ni probando con remates de media distancia. Cómo si todo esto fuera poco, el Tricolor sufrió defensivamente y se fue al entretiempo 0-0, habiéndola sacado barata.

Al comenzar la segunda mitad, sin cambios aún (incluso cuándo el trámite pedía a Figueroa y Guerra), Chaca mostró su mejor cara -aún con muy poco fútbol- y parecía haber despertado. Sin embargo, a los 26 minutos del segundo tiempo, un horror defensivo en el retroceso tras un córner a favor le permitió a la visita abrir el marcador.

De allí en adelante el equipo no mostró carácter, juego ni rebeldía. No hubo reacción y todo siguió igual. Fue derrota final por 0-1. Lo más preocupante, por encima del resultado, fue la cara que mostró hoy el equipo. Preocupa de cara a lo que viene, que sin dudas no será para nada sencillo.