JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA PERDÓN pero quien escriba las páginas del glorioso Chacarita Juniors sin dudas nos sumerge en una tragicomedia constante, dónde hoy el final fue con una sonrisa gigante ante un rival diminuto.
Pero diminuto en lo futbolístico, porque el funebrero fue quien buscó durante todo el partido la victoria mientras que al rival se lo notó, salvo 10/15 minutos en la segunda mitad donde al equipo de Biggeri le costó hacer pie, después fue dominador total del fútbol en la fresca tarde de Villa Crespo.
Claudio Pombo fue el elegido por Aníbal para reemplazar al suspendido Blanco sin cambiar el esquema, jugando en medio de los extremos con el tanque de 9, ese tanque al que le puede costar todo en el partido, puede tener mayor o menor suerte pero que pelea hasta al micro rival, ese tanque que en los últimos partidos, al menos una, le termina quedando para alegrarnos.
Por supuesto que en la semana y con mucha más tranquilidad podremos analizar por que un partido que era para ir ganando 2-0 tranquilo en los primeros 45 minutos, se termina por definir gracias a la actitud siempre ofensiva y al LABURAZO de Matías Biggeri en la preparación física de los que llegaron al principio de temporada pero también de los que vinieron en el mercado de invierno.
Pero creo que hoy debemos permitirnos disfrutar ganar un nuevo clásico, en su cancha y sobre el final. Clásico que se ganó con la camiseta (cómo siempre) pero también con fútbol.